Etty Hillesum y Osias Korman son personajes reales en Westerbork, un campo de concentración holandés durante la Segunda Guerra Mundial. Su delicado romance lo intuimos a través de las cartas y los diarios de la muchacha. Con esa valiosa documentación se construye esta novela, cuyo resultado es, al mismo tiempo, un instructivo paseo por la historia y una reflexión sobre la condición humana.