Año 1997. Durante un crucero por el Mediterráneo, cuatro grandes empresarios se imponen el reto de fabricar un objeto maravilloso, único e irrepetible, fuera del alcance aun de los más ricos. Meses más tarde, cuando el detective Fermín Escartín es invitado a la presentación mundial de la estilográfica Amsterdam Solitaire, no sabe que está siendo involucrado en una sofisticada venganza empresarial, que nos va a llevar del puerto de Montecarlo a Ámsterdam, la capital mundial de los diamantes y, por supuesto, a las calles del casco viejo de Zaragoza, el territorio natural de Escartín. Así pues, no siempre hay crímenes y muertos en la vida del investigador aragonés, que en esta ocasión se enfrentará al reto de desentrañar un robo impecable, casi perfecto, aparentemente imp