Lucía no se gusta nada y se siente desdichada. Las hadas deciden ayudarla y le mandan a Roberta, un hada de gran corazón, pero algo novata. Roberta acompaña a Lucía a todas partes y la pone en apuros con sus hechizos desacertados. Pero al final consigue que Lucía descubra que es única e irrepetible, como cada uno de nosotros