Siempre se dice que lo más importante de cualquier proyecto es la idea. Pero sin argumento, sin relato que la defienda, una idea se queda huerfana. Las ideas hay que dotarlas de “verdad” y la verdad surge de tus vivencias, experiencias vividas y compartidas, es lo que define la singularidad de tu proyecto. Esto exige una implicación, ambición e ilusión importantes. En este nuevo libro el autor nos enseña cómo las conexiones entre los objetos cotidianos y las palabras producen imágenes y relatos que confluyen para definir su obra, su identidad